12/10/16
Los Murmullos
Generales
Garruchos: el sur también existe para dicha cabaña
La estancia El Retiro tuvo su fiesta anual en Nueva Galia, con la cabaña Los Murmullos como invitada. En menos de dos horas se vendieron toros y vaquillonas a excelentes precios. Garruchos, excepcional. En la ganadería se respiran nuevos aires. Se nota en las caras, en el buen humor de los productores, en la concurrencia a los remates y en la rapidez con la que se venden los lotes. Ya sucedió en varias subastas durante la temporada y volvió a pasar en el tercer remate conjunto de las cabañas Garruchos y Los Murmullos. En menos de dos horas no quedó toro, vaquillona o novillo que no fuera comprado en el remate que ofreció tres razas distintas de bovinos. Cantidad y variedad en una tarde en la que hasta el sol acompañó el buen momento del campo. Apenas llegaron a la estancia El Retiro, emplazada a unos cinco kilómetros pasando el centro de Nueva Galia, los productores fueron recibidos con una picada al aire libre que les permitió llenar el estómago mientas recorrían los corrales, observando el ganado que se iba a rematar. Con una bebida fresca y degustando empanadas, caminaron mirando las características de los ejemplares: peso, circunferencia escrotal, edad, DEP’s (Diferencia Esperada entre Progenies) y otros datos que la empresa se encargó de detallar en cada lote, para que el comprador pudiese elegir su preferido antes de la puja de precios. Bajo una carpa fue colocada la pista y, alrededor de ella, las mesas se llenaron de los visitantes que compartieron un asado como almuerzo. Luego, desde la comodidad de sus mesas participaron de la subasta. El encargado de dar la bienvenida fue Hugo Sigman, titular de la firma a la que pertenecen las dos cabañas anfitrionas. “Estamos viviendo un momento especial de la Argentina. El negocio ganadero y el agropecuario van a sufrir modificaciones. Algunas retenciones que han existido en el país se van a modificar y en nuestra opinión eso va a generar una situación distinta para el sector. Algunos cambios van a ser trascendentes porque si se abre la exportación vamos a tener que ir a una hacienda más pesada, que en estos días no se está produciendo. Y algunos productos agrícolas que tenían dificultades pueden llegar a retomar la competitividad”, analizó el empresario en su discurso de apertura. Tanto Garruchos como Los Murmullos son parte de Garruchos Agropecuaria, una empresa argentina dedicada a la actividad agrícola, forestal y ganadera. Cada una se especializa en dos razas bovinas distintas: Garruchos trabaja con Braford y Brangus, y Los Murmullos se dedica a la hacienda Angus y Hereford. Éste es el tercer remate que las cabañas realizan en conjunto en la estancia El Retiro, uno de los varios establecimientos que posee la firma. “En el escenario que vive el país, nosotros apuntamos a generar acciones que puedan mejorar la productividad del sector. Ponemos a disposición lo mejor que tenemos que es la genética que construimos desde hace muchísimo años y que puede contribuir a mejorar el rendimiento de cada uno de los establecimientos”, añadió Sigman. En esta ocasión pusieron a la venta toros, vaquillonas y terneros Braford y Angus, y contaron con la participación de Bellamar como cabaña invitada. El establecimiento cordobés ofreció sus reproductores Hereford. De este modo, hubo genética para todos los gustos. Incluso representantes de la Asociación Argentina de Braford y su par de Angus, entregaron reconocimientos a Hugo Sigman, además CEO del Grupo Insud, por contribuir al desarrollo de las razas en la zona. El martillo estuvo a cargo de la firma Alfredo S. Mondino. Fue el séptimo remate en el que intervino la consignataria este año, y fue el propio Alfredo, su titular, quien destacó la labor de Garruchos: “Es un placer estar en el remate de una empresa de punta que invierte en el país. Para nosotros es un gran orgullo”. Mondino les deseó buenos negocios a los cabañeros y le cedió el puesto a su hijo Roberto, quien remarcó los síntomas de renovación que percibe el campo. “Estamos ante una nueva ganadería, un nuevo país. Los que estamos en este sector ya hemos sufrido bastante y creo que lo peor ya lo hemos pasado”. Con buen ánimo y hasta haciendo bromas, Mondino hijo condujo las ofertas que comenzaron apenas largó el desfile de los cuatro toros Angus Puros de Pedigrí que se vendieron a un promedio de $55.000. Entre los cuatro destacados, uno alcanzó el valor más alto de la jornada al ser adquirido a $65.000 por Agroliva. El propietario de la cabaña, Osvaldo Oliva, dijo que lo eligió porque “es moderado, que es lo que buscamos para estos campos de monte, donde el clima es difícil. Que no sea muy grande y que se adapte a la zona. Es buena genética realmente, se ve que la gente de la estancia está haciendo un buen trabajo”. El elegido tiene un peso de 922 kilos, una circunferencia escrotal de 43 centímetros y es hijo de Harvestor, “una máquina de producir carne” según lo definió la cartilla de venta que entregaron en el remate. La torada continuó y por la pista pasaron Angus Puros Controlados que promediaron $35.000. Los Braford Avanzados, Registrados y Controlados alcanzaron una media de $36.000 y los Hereford Puros Registrados rondaron los $39.000. Se vendieron 64 toros entre las diversas categorías y en todas hubo interesados que ofertaron y disputaron los valores. “Ha sido un remate muy ágil, con muchas manos levantadas cuando salía a la pista cualquier lote. Hoy se remataron tres razas y las tres tuvieron la misma demanda, la misma puja por llevarse los animales”, expresó conforme Fernando Foster, gerente del área ganadera de Bellamar Estancias, la empresa que fue invitada por segundo año consecutivo al remate. “Ésta es una zona donde el Hereford es demandado, que anda bien y yo creo que con el tiempo va a ir entrando nuevamente en la región. Si nos invitan el año que viene volveremos con todo gusto”, agregó Foster. Precios sostenidos Las vaquillonas también arrojaron buenos números. Las 65 Angus M.A.S. (Madre Angus Seleccionada) paridas que vendió Los Murmullos promediaron $19.500, y las para reposición llegaron a los $9.310. También ofrecieron 28 vaquillonas Angus preñadas de Cabaña Los Caldenes, que se fueron a un promedio de $16.900. Las madres Braford Preñadas, Avanzadas, Registradas y Controladas fueron 31 y se vendieron a un valor medio de $18.400, y 70 vaquillonas para reposición de la misma raza se facturaron a una media de $11.325, todas con genética de Garruchos. Finalmente, las 10 Hereford Puras Registradas preñadas de Bellamar alcanzaron los $20.250, y para concluir se remataron terneros Angus de invernada que pesaron entre 200 y 230 kilos, a un promedio $30,83. La mayoría de los reproductores se quedaron en la provincia porque fueron obtenidos por productores de la zona. Con la intención de reforzar su plantel en Unión, Humberto Campo fue otro de los grandes compradores de la tarde. Tras la subasta, graficó el entusiasmo que se vive en el sector: “Veníamos muy apretados y hoy se ve el cambio. Se nota que las cosas pueden mejorar, esperamos que se logre”. Además, algunos ejemplares tomaron rumbo a Villa Mercedes y San Luis, mientras que otros traspasaron el límite provincial hasta Villa Dolores, Realicó o Pergamino, entre otros sitios de cría. La ganadería ha vuelto a ser seductora para muchos ruralistas que deciden invertir en mejorar sus rodeos con la esperanza de un cambio en las políticas agropecuarias que habían obstaculizado las ventas al exterior. Tal vez un panorama más prometedor explique la velocidad con la que se llevó a cabo el remate, que finalizó menos de 2 horas después de haber comenzado. “Se terminó de vender todo muy rápido. Había mucha hacienda y mucha gente compitiendo por comprarla. No fue un remate forzado. Esto es un testimonio de que la ganadería se está recuperando. Hoy vas por campos donde no había animales y se empiezan a ver vacas de nuevo”, comentó Hugo Sigman. El análisis de Fernando Foster apuntó en la misma dirección: “El interés que hay va unido con las perspectivas que tiene la ganadería. En poco tiempo vamos a ver otro escenario, con otras políticas ganaderas y con otras opciones de negocios”. Las elecciones presidenciales que designarán a un nuevo mandatario nacional en noviembre han generado en los ganaderos la expectativa de que bajen algunas retenciones a las exportaciones y se puedan reabrir mercados que habían estado vedados. “Venga quien venga, la situación del campo va a tener que cambiar. Como estaba hasta el momento no era bueno para nadie, cualquiera de los dos candidatos va a tener que cambiar porque no es bueno para los productores, ni para el país”, enfatizó el dueño de Garruchos. Por su parte Gustavo Díaz, administrador general de la estancia, expresó su satisfacción por la tarea realizada: “El balance siempre da positivo en este evento donde uno muestra lo que hizo durante el año. Fue muy satisfactoria la presencia de gente, se vendió toda la hacienda, y los precios inclusive fueron excelentes. Acompañó el día, es una alegría después de tanto trabajo de todo el equipo de la estancia El Retiro, una gran satisfacción poder haber terminado con éxito el remate”. Cuando terminó la subasta, los productores permanecieron en la estancia intercambiando datos, conversando y algunos se animaron a hacerse bromas. El humor es otro en el campo y se nota.